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Efectos y consecuencias de los tratamientos oncológicos
Actualmente, existen diversos tratamientos disponibles, incluyendo quimioterapia, radioterapia, inmunoterapia, terapia dirigida, terapia hormonal y trasplante de células madre, y en algunos casos se combinan varias opciones. Sin embargo, cualquiera de estos enfoques puede provocar efectos secundarios en el paciente.
Este artículo explora los posibles efectos secundarios de los tratamientos oncológicos y cómo ayudar a aliviar las molestias asociadas a ellos.
¿Qué efectos secundarios pueden aparecer durante el tratamiento oncológico?
Los efectos secundarios de los tratamientos oncológicos pueden surgir cuando afectan a tejidos u órganos saludables, pero no todos los pacientes experimentan todos los efectos. La gravedad de las consecuencias también varía entre individuos, y se debe tener en cuenta la necesidad de eliminar las células cancerosas frente a las molestias que causan los efectos secundarios.
Aunque cada tratamiento para el cáncer tiene su propio modo de acción según el tipo de cáncer, el órgano afectado y la gravedad de la enfermedad, en términos generales, los efectos secundarios suelen incluir:
Cambios en la piel
De acuerdo con la lista previa, el tratamiento oncológico puede afectar la piel, produciendo cambios como enrojecimiento, sequedad, picazón, descamación y sarpullidos. En algunas áreas del cuerpo, la piel puede oscurecerse o aclararse. También es habitual que se desarrollen llagas o grietas en la piel, lo que aumenta el riesgo de infección y causa incomodidad.
Radioterapia
La radiodermitis es el conjunto de lesiones cutáneas que pueden surgir como resultado del tratamiento oncológico. Una gran cantidad de pacientes experimentan este tipo de alteraciones temporales en la piel de la zona tratada, tales como enrojecimiento, sequedad, decoloración, picor, o incluso ampollas o descamación. Estos cambios suelen manifestarse gradualmente durante el tratamiento y, aunque tienden a mejorar después de finalizado el tratamiento, la piel requiere cuidados especiales durante todo el proceso.
Quimioterapia
La quimioterapia funciona atacando las células que se multiplican rápidamente, como las células cancerosas, pero no son las únicas células que se multiplican rápidamente en el cuerpo. Por lo tanto, la quimioterapia puede dañar otros tejidos, incluyendo la piel.
La probabilidad de sufrir un problema cutáneo varía según el tipo de medicamento que se utilice en el tratamiento oncológico. Algunos medicamentos pueden causar sarpullidos, enrojecimiento, picor y sequedad de la piel, mientras que otros pueden oscurecer la piel, las uñas o el pelo, o aumentar la sensibilidad a la luz solar, lo que aumenta el riesgo de quemaduras graves.
La neuropatía periférica es uno de los efectos secundarios más comunes en pacientes con cáncer. Los síntomas incluyen entumecimiento y dolor en las extremidades, dificultad para mover los dedos, hipersensibilidad al frío o al calor, hormigueo, debilidad muscular y picazón. La prevalencia de la neuropatía periférica varía según el tipo de quimioterapia utilizado, y puede afectar hasta al 80% de los pacientes tratados con paclitaxel y/o docetaxel, y hasta al 95% con oxaliplatino.
Terapia dirigida
En estas terapias, se busca atacar específicamente ciertas proteínas presentes en las células cancerosas, sin embargo, estas proteínas también pueden estar presentes en otras células sanas del cuerpo. Los efectos secundarios en la piel son generalmente leves y dependen de la dosis del tratamiento, pero pueden incluir sarpullidos similares al acné. Otro efecto secundario común es la neuropatía periférica, que causa hormigueo, ardor y mayor sensibilidad al calor en manos y pies.
Inmunoterapia
La inmunoterapia es un tipo de tratamiento que aprovecha la capacidad del sistema inmunológico para destruir las células cancerosas. Sin embargo, puede afectar también a células sanas, lo que se manifiesta en forma de sarpullidos, picor o ampollas en la piel. Además, los pacientes pueden experimentar una pérdida de cabello localizada o generalizada, aunque estos efectos secundarios pueden tardar meses en aparecer después del tratamiento.
Cómo mejorar las molestias asociadas a los efectos secundarios
En general, durante el tratamiento contra el cáncer, la piel se vuelve más sensible y propensa a la irritación, lo que hace que el cuidado de la piel sea importante. Esto implica mantener la piel limpia, hidratada y protegida de la irritación, lesiones e infecciones. Se recomienda el uso constante de protector solar, el tratamiento de la piel con cremas que previenen o mejoran la sequedad y la evitación de productos con altas cantidades de alcohol o perfumes que puedan aumentar la sensibilidad de la piel.
En Prospera Biotech, han desarrollado Oncapsisens, una crema que puede ayudar a mejorar los síntomas de la piel de los pacientes con cáncer.
Oncapsisens, la crema desarrollada por Prospera Biotech, es también conocida por su capacidad de hidratación y por ser hipoalergénica, lo que la hace apta para ser usada por personas con piel sensible. En un estudio realizado en 4 hospitales diferentes, el 87% de los pacientes obtuvieron una mejora en su índice de calidad de vida dermatológico gracias al uso de esta crema.
Referencias:
SEOM. Las cifras del cáncer en España 2022. 2022.
St. Jude Children Research Hospital. Cambios en la piel durante el tratamiento del cáncer. 2019.
Instituto Nacional del Cáncer. Cambios en la piel y las uñas durante el tratamiento del cáncer. 2019.
Sociedad Española de Oncología Médica. Toxicidad de los tratamientos oncológicos. 2019.
American Cancer Society. Efectos Secundarios de la quimioterapia. 2019.
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